Xornadas de Xardinería de Galicia & Resiliencia vegetal

15/04/2010

Re-creándome en Ourense. El viaje al país que fabrica las nubes.Espacios Verdes recreativos.Xornadas de Xardinería de Galicia.

Febrero 2.010.Artículo de Sònia Rodríguez

Es extraño llegar a una ciudad que no necesita agua, que produce nubes cada día y las exprime casi cada día.

Esta es la historia de una línea trazada a lo largo de un viaje.

Todos tenemos en mente los aparatos, artilugios e incluso armatostes, que vemos en los parques, cuya procedencia desconocemos y cuyos colores sacados del Pantone más chillón atentan a nuestra vista. Quién los puso allí?- nos preguntamos algunos. Esta invasión colorística introducida en el entorno natural establece poco diálogo con el paisaje – y la mayoría de las veces tampoco con nosotros- menos mal que para los peques son fuente de diversión y riesgo -le sacan partido.

Llegué, y mi curiosidad quedó resuelta con el primer conferenciante, el arquitecto Federico Climent, quien casi con rigor entomológico diseccionó la historia y catalogó estos aparatos en su lugar correspondiente.

A partir de ahí, me resitué en mi condición biophilica. Seguíamos con el viaje, con una incursión en la naturaleza de otros países, como Holanda. Quedó demostrado que los recursos naturales combinados con la imaginación son el resultado más atractivo.

Seguimos con una pequeña exploración en la propia Galicia, con toda su flora y fauna parándonos después por el gran valle del paraíso (Vallparadís), con J. Chueca al frente, para saber cómo es el parque que funciona como espacio-motor en el que pasan-producen historias.

Enrique Rovira-Beleta, entretenida traducción de la accesibilidad – de Todos, porque todos podemos llegar a viejitos.

Volvimos a Holanda para regocijo mío, un exSkater ‘confecciona’ juegos infantiles –sí señor!. Y acabamos en grandes aventuras en las Vegas y Euro Disney.

Si les parece denso el viaje, se equivocan, no lo fue. Pero a su vez les afirmo que el único modo de viajar es haciendo el viaje entero, acudiendo a cada cita y tal vez como me paso a mi, pararse y gozar de las sorpresas en el camino, como un baño en las termas a las 10 de la noche bajo las estrellas.

Los jardines de Babilonia, existieron o no? Las Vegas sí existe, con toda su complejidad de recursos lúdicos como explicó Susana Canogar, incluso los más inverosímiles hasta crear una gran mole bastante alejada de nuestra naturaleza pero un símbolo de lo llamado ‘sociedad’.

Al día siguiente me levanté con lluvia en Galicia, aterricé con lluvia en Barcelona.

Sigo creyendo en los congresos. Sigo creyendo que es imprescindible viajar para aprender de otros. Aprendí en Ourense.

Sobre el gran potencial que tienen las áreas verdes para la enseñanza porque la creación de entornos adecuados incide directamente en el desarrollo de los sentidos, de la percepción y de la comprensión de la sociedad y de la naturaleza y, de modo evidente estamos frente a un aspecto delicado cuando se trata de diseñar espacios destinados a los juegos infantiles.

 

Resiliencia vegetal. Artículo de Alex Puig

En partes del desierto florido chileno puede estar 4 años sin llover y de pronto una tormenta en setiembre hace que todas las plantas aparezcan florezcan sin tiempo de crear hojas ser polinizadas y fructifiquen.

CDespués de la devastación de un incendio forestal empieza a colonizar un ejército de gramíneas, anuales, vivaces, plantas pioneras que van creando la cobertura vegetal para que posteriormente aparezcan las plantas selectivas.

Cuando se realizó el eje transversal de Cataluña (la C-25) un equipo de medioambiente realizó un proyecto donde los viveros productores debían recolectar las semillas en el mismo recorrido y producir plantas sumamente autóctonas. No vivió absolutamente nada de lo plantado… pero la empresa de hidrosiembra sabía muy bien que el Eragrostis curvula fijaría los taludes erosionados y así fue. Después de 10 años las plantas del lugar han ido germinando ellas solas sobre la base de una “resiliencia” el Eragrostis curvula africano.

Las plantas resilientes son capaces de sobrevivir y evolucionar en las condiciones más adversas. Algunas de ellas han sido perseguidas como invasoras y se han intentado exterminar. Al igual que en Auschwitz la resiliencia de los superviviventes era nombrada como “escudo plástico”.

La plasticidad de este tipo de vegetación es tal que es capaz incluso de fijar nitrógeno o carbono del aire para sobrevivir y alimentarse.

Una de las técnicas agronómicas más antiguas eran los abonos verdes que consisten en sembrar leguminosas (fijadores de nitrógeno) en el terreno y una vez crecidas reincorporarlas en el suelo. Estamos actualmente en la era resiliente, debemos comportarnos y diseñar bajo esos parámetros y olvidar la era de la abundancia.

A nivel profesional también debemos comportarnos como una selva o un bosque establecido donde las plantas nuevas sólo sobreviven si están sumamente especializadas ya que el territorio está saturado.

La paja que utiliza este etíope para construir su casa procede del Eragrostis tef, una gramínea resiliente para una población resiliente.

 

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La bacteria Deinococcus radiodurens

Es una bacteria inmortal, se reconstruye después de sufrir terribles ultrajes.

Los Deinococcus aprovechan su capacidad de rejuntar los cromosomas circulares después de su dislocación. Poseen un genoma en múltiples unidades, y guardan siempre la posibilidad de reconstruirse después de su destrucción gracias a la sobreposición de fragmentos complementarios de ADN que posibilita la reconstrucción de este puzzle genético.

Esta bacteria es la base de las plantas resilientes.