Una cubierta ajardinada se produce al ajardinar o cubrir de vegetación la parte superior de un edificio, generalmente el techo o tejado. Es indudable que una cubierta ajardinada aporta numerosos beneficios en los edificios en los que se implantan. Estas ventajas se traducen en mejoras para el medioambiente y también para el edificio en el que se instalan a nivel de mantenimiento y eficiencia de este.
¿Qué ventajas ofrecen las cubiertas ajardinadas?
Las cubiertas ajardinadas tienen un papel muy relevante dentro del desarrollo urbano sostenible. Asimismo, y vinculado a la concienciación cada vez más importante respecto al cambio climático, las cubiertas ajardinadas contribuyen a una visión más responsable hacia el medio ambiente.
Tal y como comentamos, las ventajas que aporta una cubierta ajardinada son muchas desde un punto de vista ambiental, pero también suponen un importante beneficio para la economía, sobre todo si son comparadas con las construcciones más tradicionales. Una cubierta ajardinada actúa como regulador de la temperatura interior y exterior del edificio, lo cual contribuye a un clima agradable durante todo el año y, en consecuencia, a un menor uso de los sistemas de climatización y/o aire acondicionado.
Es por ello por lo que las cubiertas vegetales son un importante primer paso dentro del cambio en los modelos clásicos de construcción y urbanismo, abriendo la posibilidad también, a la llamada agricultura urbana. Cada vez es más habitual el cultivo de alimentos para el consumo de los propios vecinos de un edificio. Un planteamiento con importantes beneficios para las ciudades y los entornos urbanos que están por venir en un futuro más próximo.
¿De qué está compuesta una cubierta ajardinada?
Las cubiertas ajardinadas suelen tener una composición común en todos sus tipos, en función de la plantación deseada, el grosor del sustrato y el uso de la misma.
Generalmente podemos encontrar:
- La capa drenante, que funciona a modo de drenaje y también actúa como protección mecánica.
- La capa filtrante que va colocada en la parte superior de la drenante e impide la obstrucción de ésta por las partículas del sustrato. La capa filtrante se coloca a lo largo de toda la superficie de la capa drenante.
¿Qué tipos de cubiertas ajardinadas existen?
- Cubiertas ajardinadas extensivas: Destaca por ser especialmente ligero y adaptable a plantas con una necesidad de riego mínima. Estas cubiertas necesitan poco mantenimiento y generalmente son las más económicas.
La particularidad de las cubiertas verdes extensivas es su bajo espesor del sustrato. Esto induce la plantación de variedades con enraizamiento superficial, limitándose a musgos, sedums y plantas herbáceas. El espesor del sustrato varía según el tipo de techo implementado.
- Cubiertas semi-intensivas: Tienen un espesor mayor y están más pensadas para crear espacios de uso lúdico. Permiten crear jardines que puedan disfrutar las personas, especialmente en las azoteas. Tienen un espesor mayor, de entre 15 y 40 centímetros. Requieren de un mantenimiento mayor que las extensivas porque se aproximan más a lo que entendemos como jardín. Por ello, se utiliza vegetación más variada, con especies ornamentales y arbustos.
- Cubiertas ajardinadas intensivas: Este tipo de cubiertas ajardinadas consisten en implementar un jardín doméstico en el tejado o techo de un edificio. Requieren de un mantenimiento constante como el de cualquier jardín: riego constante, abonado, drenaje, etc. Se puede implantar en ellas vegetación de prácticamente cualquier clase.
Si quiere conocer todos los tipos de cubiertas vegetales que puede implementar en su edificio, no dude en contactar con nosotros, estaremos encantados de poder ayudarle a encontrar la solución que mejor se adapte a sus necesidades.